Entre Globos, Pastel y Regalos, llevamos a cabo una de las actividades que mas enriquece el alma. Alcanzar una Estrella… regalando sonrisas, motivando y festejando a los niños del Hospital General, en su día.

Primero los preparativos, la entrevista previa, a cargo de Laura López (Lengüitas), Karla Miranda (Chikitolina) y Víctor Mora (Gargamel)  para averiguar lo que mas les gusta.

Después con lista en mano, a comprar todo, en esta ocasión se dio uso del dinero que sobro del Bazar que Montamos en el Parque Morelos en Septiembre del 2005 para la Actividad Caminito de la Escuela, y lo demás de cooperaciones y donaciones. En marcha, todo esta listo, acudimos este 30 de Abril a las 8:00 a.m., estábamos ahí 11 socios del Club, dos horas después llegaron otros  3 que estaban apoyando la actividad del Club Rotario siglo XXI en la entrega de bolsitas, para que los automovilistas no tiren basura en la calle, los demás se encontraban aun apoyando la Actividad  "Festival de la Salud" organizada por el Club Rotario Oeste.

A inflar globos y jugar con los niños se a dicho, entramos y conocimos a Edwin un niño muy platicador y sonriente, nos enseño  sus carritos y sus globos mientras su mama hacia burbujas para hacerle mas amena su estancia en el Hospital. A el le gustaban los leones, pero cuando se lo enseñamos no lo quiso y prefirió un oso blanco con su moño negro en el cuello. Aun lado de su camilla estaba Cesar un niño un poco tímido que de momento no pidió ningún juguete, mientras Cesar se decidía por su regalo, seguimos con Antonio a quien ya habíamos conocido caminando por los pasillo con su mamá de la mano cantando una melodía, él a la primera se quedo con el león, le pedimos que nos cantara la canción que se sabia pero le dio pena, después de repartir los juguetes que traíamos, entregamos la primer Estrella, el deseo de Diego, un Winnie Pooh tan grande como el, mientras se lo entregábamos Jorge Vázquez (George Travolta), jugueteaba un rato escondiéndolo entre las cortinas, en el otro cuarto encontramos a Oscar quien pidió una moto de Control Remoto, estaba tan emocionado que se quería levantar de la cama pero no podía, tenia que guardar reposo y mejor nos salimos para que descansara un rato. Cuando llegamos con Gildardo quien pidió un carrito de control remoto, mientras lo sacaba de su envoltura nosotros recordábamos cuando éramos niños y siempre quisimos uno, ese recuerdo era notorio estábamos tan contentos al ver a Gildardo jugar como si el juguete fuera nuestro, hasta su papa, muy emocionado le enseñaba a usar el control remoto.

Repartimos los Jugos, el pastel y les tomamos fotos a los niños y nos comprometimos a llevárselas en la semana. Fue muy gratificante darnos cuenta como un día ordinario en el Hospital entre el tedio y los medicamentos, se transformo en uno lleno de sonrisas, recuerdos y esperanza.  Gracias a las enfermeras por su labor, al Hospital General, a Edwin, Cesar, Diego, Gildardo y todos los niños valientes por regalarnos una sonrisa, estamos seguros que su salud mejorara, por que se lo merecen, por que todo es posible, por que los niños con paciencia amor e imaginación hasta las estrellas pueden alcanzar.

Julio Garnica